Atenas (Grecia) 1896 | Primera Olimpíada Moderna

Contexto general del siglo XIX

A comienzos del siglo XIX surgió el principio de las nacionalidades, producto de una doble revolución (política y económica) .Los intelectuales asumieron el papel de propagadores de la idea nacional instituyendo un nuevo interés por el pasado histórico. La religión desempeñó un papel muy importante como aglutinadora y en el caso de Grecia, la Iglesia Ortodoxa en la zona balcánica se enfocó contra el imperio turco, de religión musulmana.

En 1820 Grecia emprendió la revolución que la llevaría a lograr su independencia. El desarrollo de una burguesía que poseía mejor flota que los turcos, el papel del patriarca de Constantinopla (líder religioso ortodoxo) y la ayuda europea (envío de escuadras británica, francesa y rusa) fueron determinantes.

El levantamiento griego resultó simpático en Europa: A los conservadores porque era una nación cristiana contra los musulmanes, a los liberales porque se luchaba por la independencia y a los rusos porque Grecia representaba la nación “rebelde”, además facilitaba una salida de los productos rusos al exterior y estratégicamente el dominio de los Estrechos daba a la flota rusa una salida natural (más adelante Inglaterra se encargaría de quitar a Rusia del juego).

Una Grecia independiente desde 1830 conformó junto a la autonomía de Serbia, el primer triunfo nacionalista a nivel mundial. Jorge I (Guillermo) de Grecia fue electo como rey de los Helenos en 1863, ascendiendo al trono antes que su propio padre en Dinamarca.

Mantuvo buenas relaciones con su cuñado en Gran Bretaña y durante su reinado hasta 1913 Grecia logró expandirse territorialmente. También logró grandes avances en otros ámbitos, como la construcción del Canal de Corinto. La ayuda de los países poderosos de Europa como Gran Bretaña y Francia harían posible más adelante la realización de unas Olimpíadas idealizadas como una réplica exacta de las celebraciones griegas en el pasado.

Para los liberales de 1880 el desarrollo de la nación era una fase del progreso humano y el nacionalismo exigía tres criterios para que un pueblo fuese clasificado como nación: asociación histórica con un estado; élite intelectual poseedora de una lengua vernácula literaria, administrativa, nacional y escrita; capacidad de conquista, que proporcionaba la prueba darviniana del éxito evolucionista como especie social. Era claro que Grecia poseía estas características.

A fines del siglo XIX,  el culto al cuerpo humano desarrollado bellamente, estaba en sus comienzos. El deporte aparecía tímidamente en el mundo moderno.

Fue en este contexto que el francés Barón de Coubertin restauró los Juegos Olímpicos, recuperando el culto a la belleza corporal profesado por los griegos en el pasado y aspirando con los juegos a unir a los hombres de todo el mundo por la fuerza del deporte.

La influencia europea, en especial inglesa, lógicamente se hizo presente en el diseño que aplicaría Grecia para este acontecimiento. La gráfica de Estilo Victoriano reflejaba esa idea romántica de nacionalismo o patriotismo exacerbado y era lo suficientemente descriptiva como para representar perfectamente a Atenas como símbolo de la rica cultura griega.

La representación visual de monumentos del pasado, de riqueza de materia prima, de la victoria como perfección y de símbolos patrios (tan característica de este estilo) fue, por lo tanto, aplicada en las Olimpíadas de Atenas de 1896.

No es de extrañar que la tipografía se ajustara a esta estilística, formando parte de la imagen total y que solamente la tipografía griega tomara preponderancia como título o anuncio principal.

Por otro lado, la ilustración todavía defendía su lugar frente a la fotografía (cada vez más utilizada) incursionando en el cartelismo, que hasta poco tiempo atrás, era mayormente tipográfico.

La descriptiva estética victoriana que fue reemplazada a fines del siglo XIX por nuevos estilos como el Modernismo o los pregnantes Carteles Franceses, encontró en las Olimpíadas de 1896 la ocasión para lucirse poco antes de su desaparición.

Portada Reporte Oficial 1896

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